La Guía de Vinos, Destilados y bodegas de Galicia
2014 se presentó en Madrid con un túnel del vino en el que se mostraron
78 de las mejores referencias recogidas en la guía, entre vinos y
destilados.
Una oportunidad para darse un paseo por grandes vinos gallegos sin
salir de una de las salas de la Casa de Galicia en Madrid; como quien
contempla cuadros en la manzana contigua, en el Museo del Prado; con un
cartel que en lugar de prohibir tocar las piezas de arte, prohibía
escupir el vino tras su cata.
Desde monovarietales blancos de Albariño, Verdello Louro, Godello o Treixadura, a combinaciones diversas como la de Treixadura, Loureiro y Albariño, pasando por vinos muy premiados como los de Rafael Palacios o vinos tintos lejos de la acidez en la que se encasillan las referencias de esta zona, llegando, incluso, a la calificación de golosos.
Desde monovarietales blancos de Albariño, Verdello Louro, Godello o Treixadura, a combinaciones diversas como la de Treixadura, Loureiro y Albariño, pasando por vinos muy premiados como los de Rafael Palacios o vinos tintos lejos de la acidez en la que se encasillan las referencias de esta zona, llegando, incluso, a la calificación de golosos.
Los vinos recogidos en la guía han sido seleccionados por su capacidad
para representar la tipicidad de sus respectivas zonas. Además, se han
catalogado por tramos de puntuación: medalla de oro o plata. “No creo en
las cifras absolutas, es muy fácil variar en uno o dos puntos a un vino
en función del día que lo cates”, afirma Luis Paadín, su director.
La publicación muestra 383 fichas de cata, una cifra que se aleja de la
representación habitual que tienen estos vinos en las guías nacionales
pues, como afirma Paadín, “la representación de los vinos gallegos en
las guías es muy escasa”. En este documento, además de escoger los
mejores vinos con Denominación de Origen o Indicación Geográfica,
también hay sitio para los vinos ‘Des-Amparados’, que si bien no se
ajustan a la normativa para entrar en alguna de las anteriores, sí que
son dignos de mención por su calidad. También se encuentran
referenciados numerosos destilados y más de 400 bodegas y destilerías.
Un punto a destacar de esta guía es su forma de financiación. Sin
subvenciones públicas ni publicidad, se sustenta principalmente con 180
mecenas: numerosos interesados comprometidos con la guía, sin acuerdos
firmados de por medio. Es un sistema de financiación que no sólo evita
la incomodidad visual de la publicidad o las exigencias derivadas de un
patrocinador, sino que corrobora el interés por el producto y la
implicación en el mismo.
Esta guía se presenta además en los mismos días en que se han concedido
los premios de Enofusión, el evento dedicado al vino dentro de Madrid
Fusión, a dos representantes del vino gallego. Marisol Bueno, de Pazo de
Señorans, recogió el premio impulsores del vino “Don Luis Hidalgo”, por
su labor a favor del albariño, en particular; y Rafael Palacios, por su
parte, fue galardonado con el premio Enofusión con la Innovación 2014,
por su trabajo con el vino blanco.
Sin duda, esto animará al sector. Aunque hay que tener presente que “lo
que no se comunica no existe” como declaró en la presentación de la
guía Isabel Mijares, Presidenta de la Asociación Española de Periodistas
y Escritores del Vino, entre otros cargos. Por tanto, tras la calidad
obtenida en los vinos gallegos, toca una gran labor de difusión, como la
que pretende este tipo de publicación.
Quién sabe si a partir de ahora los vinos gallegos empezarán a tener
más repercusión en las guías de vino y allende sus páginas.
Publicado en El Correo del Vino el 30/01/14
Texto y fotografía: Susana Molina